Estos dos años junto a vosotr@s han sido un verdadero regalo (por cierto, hablando de regalos, vaya pedazo de ukelele que me he traído a casa, je, je...), es por ese regalo por el que más agradecido estoy, ese tiempo compartido.
Me habéis ayudado muchísimo en momentos difíciles y me habéis sacado sonrisas que estaban escondidas pero con ganas de salir. Me habéis enseñado mucho más de lo que yo os he enseñado y me habéis mostrado más y mejor magia de la que yo os he mostrado a vosotr@s.
Gracias por estas y otros miles de cosas, sobre todo gracias por el cariño que me habéis dado en todo este tiempo. Sois geniales, maravillos@s, divertid@s y sobre todo BUENAS PERSONAS.
Os deseo de corazón que os vaya genial. Estoy seguro de que así va a ser porque os merecéis lo mejor.
Bueno, y como he dicho que no me iba a despedir, pues no lo voy a hacer. Solo quiero deciros (bueno, más que deciros, gritaros y es esta:)
Por cierto, si veis a Paco Paco, decidle que vuelva, que me debe 30 euros.